Por: Juan Esteban Vásquez
“Bolombolo es un gamín
Durmiendo en un colchón de oro”
Juan Gómez Martínez
“Bolombolo es un gamín
Durmiendo en un colchón de oro”
Juan Gómez Martínez
A 71 kilómetros de Medellín, en el suroeste antioqueño está ubicada una población de aproximadamente 3500 habitantes, que debe su nombre a un cacique llamado Bolombolo, él cual habitó en la época precolombina la cuenca de Sinifaná.
Bolombolo fue erigido corregimiento de Venecia en 1934, cuenta con una extensión de 141 kilómetros cuadrados, una temperatura de 28 grados y una altura sobre el nivel del mar de 515 metros.
Este pintoresco valle llamado Bolombolo, que anteriormente se conoció como La Popala, fue colonizado en 1890 por el titiribiseño Antonio Quijano y luego vendido a los hermanos Echeverri, quienes ante la demanda de tierra por el empalme en 1928 del Ferrocarril hacia el cauca, iniciaron trabajos de desmonte y venta de lotes alrededor de la prometedora Estación Bolombolo.
Con la ida del ferrocarril en la década de 1970 el pueblo continuó su desarrollo ahora de espalda al río y de frente a la vía Medellín – Bolombolo, inaugurada en 1951, que se uniría luego al suroeste con la construcción por parte de la compañía América Bridge del puente José María Escobar en 1953.
Durante sus casi 80 años de historia, Bolombolo ha tenido vocación comercial. Primero gracias al ferrocarril, del que aún quedan vestigios; y ahora de cara a la Troncal del Café por donde se movilizan cientos de viajeros.
Este corregimiento se encuentra ubicado en la parte entrante de la zona del suroeste Antioqueño. Y gracias al puente José María Escobar es la comunicación a municipios como Andes, Ciudad Bolívar, Salgar, Betulia, Concordia, Urrao, Tarso, Pueblo Rico, Jericó, La Pintada. Esta condición le permite a Bolombolo desarrollarse en su principal actividad económica, el comercio, que consiste en restaurantes, cafeterías y pequeños negocios que están ubicados en la marginal de la calle principal, que ofrecen frutas como mangos, ciruelas, mandarinas, anón, y mamonsillos, además de productos típicos de la región como pionono, colaciones y cocadas.
Aparte del comercio, la ganadería y la pesca también componen renglones importantes para la economía de la región. De estas dos actividades se deriva el sustento de decenas de familias. Claro que en los últimos tiempos Bolombolo se ofrece como un sitio atractivo para los turistas, por su clima, Por estar a orillas del río Cauca y por la belleza de sus paisajes.
Aun con este cambio John Jairo Arango un líder comunitario dice: “creo que nosotros los habitantes de Bolombolo, que tenemos nuestros hijos acá, que hemos estudiado acá, estamos viendo pasar por alto la potencialidad que tenemos por nuestra posición geográfica. Desafortunadamente, hasta ahora no han nacido unas políticas para empezar a desarrollar ese potencial que tenemos.”
BOLOMBOLO COMO ESPACIO
Rodeado de rocas aluviales incrustadas en grandes tapetes de grama, que crece en tierras casi áridas; Bolombolo es un híbrido que ha surgido de esa relación objetos, hombre, naturaleza. Pues como diría Milton Santos “todo lo que hay en el mundo ha sido manipulado”; Y es lo que se nota al observar el espacio que ocupa Bolombolo: un pequeño tramo de montaña y un valle aún más pequeño que fueron minados de casuchas, atravesados por un ferrocarril, bañados por un rió, cercenados por una troncal y unidos a otra región por un puente.
Pero para que dicho cambio llegue a notarse, fue necesario que existiera una técnica. Y en Bolombolo luego de observar y conversar con la gente se descubre que aparte de la pujanza paisa y la normal supervivencia humana, han sido las bonanzas u oportunidades las que le han dado al corregimiento todo el rostro de lo que es hoy.
Cuando se habla de bonanzas u oportunidades se hace mención a lo que ya con antelación se ha dicho; el ferrocarril, la troncal, la trilladora de café, los cultivos de naranja y el creciente turismo.
SU GENTE
Con nombres tan comunes como Jairo, Andrés, Oscar, Sandra, Claudia, Fabio, etc.… la gente de Bolombolo obedece fisonómicamente a las características de un pueblo costeño, pues trigueños en su mayoría, visten ropas bastante holgadas -casi desaliñadas-, y es muy común ver a los hombres, sobre todo en el área rural, con un sombrero alón que los protege del sol.
La gente es muy acogedora y muy dada al negocio del rebusque, pues son muchos los que al llegar los buses -o inclusive se suben- ofrecen una gran variedad de productos de la región y otros se ganan la vida de cuenta de los turistas o viajeros de paso; quienes por verlos lanzarse al Río Cauca desde el puente, les pagan la suma de dos mil pesos a los osados jóvenes que encuentran en ello una fuente de ingresos económicos.
6 comentarios:
Hola chicos y chicas estudiantes: felicitaciones por este trabajo tan bonito que han echo, hablando de un lugar tan exòtico, tan lindo y ademas de un clima tan espectacular como es Bolombolo; cercano a Medellín pero desafortunadamente muy poco conocido. Me gustaria conocer más sobre el cacique Bolombolo o saber la fuente...gracias
Atte. Luis Alberto Estrada Q.
Hola Juán que tal, no olvide dar siempre los créditos. Ese texto no lo escribió usted completo. Oscar Andrés Sánchez.
Oscar que pena no haberle dado crédito antes.
Pero nunca es tarde para agradecer todos los favores, en especial que fue de tanta ayuda, su conocimiento y capacidad de redacción siempre será bien apreciada.
ATT: Juan Esteban Vásquez
leer un texto despues de muchos años, y darme cuenta del rigor y detalle con que fue escrito, mostrando las maravillas de mi corregimiento, me doy cuenta de que bolombolo si es un paraiso cuando lo SABEMOS DISFRUTAR; MUY BIEN MUCHACHOS.
solo quiciera saber mas de esos personajes que de una u otra forma hacen parte de esta historia.
JADER SNEIDER SERNA MARTÍNEZ
este año ya decidi viajar a Bariloche, pero la proxima sin duda me voy para esos pagos. parece un gran sitio para vacacionar.
http://forasterodemitierra.blogspot.com.co
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