Por: Camilo Calle
El desarrollo turístico de Antioquia esta centralizado en ciertas regiones del departamento, por razones de clima y otros factores que atraen los turistas. Pero hoy existe una clase nueva de turistas, que buscan entrar en contacto con la naturaleza y disfrutar de una manera consiente y respetuosa de sus recursos.
Antioquia por estar en medio de la región andina y de los andes de Colombia goza de bosques y reservas naturales que no han sido aprovechadas a fondo para la explotación turística, es el caso de muchos municipios que no gozan del clima y de las playas, pero que tienen unas reservas naturales que deberían ser explotadas a fondo, no solo para mejorar su economía, sino para que la gente entre en conciencia de cuidar los bosques y la naturaleza.
Entre los municipios que padecen este olvido turístico esta el caso de Heliconia, un pueblo incustrado en medio de la montaña donde hace muchos años se producía sal y de esta industria solo queda las chimeneas ladríllentas y corroídas de los fogones donde secaban el agua salada para extraerle el mineral, como principal atractivo turístico. Pero lo que nadie ha visto es el potencial natural que este goza.
Al estar rodeado de montañas llenas de bosques las explotaciones del turismo de naturaleza se podría realizar, explorar las rutas indígenas, ya que este municipio tuvo asentamientos indígenas en el pasado, realizar cabalgatas en los alrededores para disfrutar del paisaje montañoso, hacer observaciones de la misma naturaleza y su fauna, hasta realizar deportes extremos como el rafting y demás acuáticos de río que se podrían realizar.
El tema se repite en muchos municipios que están olvidados por el turismo, pero que gozan de los recursos naturales para explorar y explotar, lo único que falta son las políticas del estado que cobijen de una manera el desarrollo turístico de estos lugares y así de una manera diferente crear medios de ingresos para sus habitantes.
Antioquia por estar en medio de la región andina y de los andes de Colombia goza de bosques y reservas naturales que no han sido aprovechadas a fondo para la explotación turística, es el caso de muchos municipios que no gozan del clima y de las playas, pero que tienen unas reservas naturales que deberían ser explotadas a fondo, no solo para mejorar su economía, sino para que la gente entre en conciencia de cuidar los bosques y la naturaleza.
Entre los municipios que padecen este olvido turístico esta el caso de Heliconia, un pueblo incustrado en medio de la montaña donde hace muchos años se producía sal y de esta industria solo queda las chimeneas ladríllentas y corroídas de los fogones donde secaban el agua salada para extraerle el mineral, como principal atractivo turístico. Pero lo que nadie ha visto es el potencial natural que este goza.
Al estar rodeado de montañas llenas de bosques las explotaciones del turismo de naturaleza se podría realizar, explorar las rutas indígenas, ya que este municipio tuvo asentamientos indígenas en el pasado, realizar cabalgatas en los alrededores para disfrutar del paisaje montañoso, hacer observaciones de la misma naturaleza y su fauna, hasta realizar deportes extremos como el rafting y demás acuáticos de río que se podrían realizar.
El tema se repite en muchos municipios que están olvidados por el turismo, pero que gozan de los recursos naturales para explorar y explotar, lo único que falta son las políticas del estado que cobijen de una manera el desarrollo turístico de estos lugares y así de una manera diferente crear medios de ingresos para sus habitantes.
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